Tipos de masaje deportivo
El masaje se ha utilizado como técnica terapéutica para el tratamiento y la prevención de múltiples patologías desde tiempos remotos. En la Antigua Grecia, por ejemplo, se utilizaban algunas técnicas para la preparación de los primeros atletas olímpicos y, en el Imperio Romano, también se llevaban a cabo prácticas muy similares sobre los gladiadores. Muchas de estas técnicas han perdurado en el tiempo dada su gran efectividad.
Hoy en día existen muchos motivos por los que se podría prescribir un masaje, entre ellos el hecho de mantener en el mejor estado posible la salud física de un o una atleta, buscando la prevención de las lesiones para evitar tenerlas que tratar. Este es el principal objetivo del masaje deportivo, que incluye una serie de técnicas para preparar al deportista antes, durante y después de la actividad deportiva para que logre recuperar cuanto antes su condición física.
Los principales beneficios del masaje deportivo son:
- La reactivación de la circulación sanguínea y linfática.
- El alivio del dolor.
- La relajación de la musculatura.
- La preparación del músculo para la actividad física
- La relajación del deportista y la disminución de la ansiedad antes de un evento deportivo importante.
- La prevención frente a las lesiones.
- El aumento de la temperatura muscular.
A pesar de que como todo masaje también aporta una sensación de bienestar y relajación al deportista, su particularidad frente a otros tipos de masajes es que el masaje deportivo busca la activación de las fibras musculares. Su tarea es que el atleta esté 100% preparado para la competición, generar vasodilatación y disminuir la fatiga muscular. Por lo tanto, en el masaje deportivo se emplean algunas técnicas más fuertes en cuanto a presión y profundidad que en otro tipo de masajes ya que su objetivo es llegar a fibras profundas y tratar posibles lesiones que se desarrollen durante la práctica deportiva.
Así pues, podríamos decir que existen varios tipos de masaje deportivo según las técnicas que se empleen y su objetivo:
MASAJE DEPORTIVO PRE-COMPETICIÓN:
Se realiza de 15 a 45 minutos antes de una competición y su finalidad es mejorar el riego sanguíneo mediante la activación de la circulación. Es un masaje vigoroso que conlleva movimientos profundos ya que busca mejorar la elasticidad y el rendimiento muscular. En esta fase es aconsejable complementarlo con movilizaciones articulares.
MASAJE DEPORTIVO POST-COMPETICIÓN:
Contrariamente al masaje de pre-competición, el masaje después de la actividad física pretende relajar la musculatura, reducir los espasmos musculares, eliminar la retención de ácido láctico y proporcionar un equilibrio emocional al atleta. Es aconsejable realizarlo unas 2 horas después de la actividad deportiva y sus movimientos son suaves, lentos, profundos y suelen estar acompañados de la aplicación de frío local. En el masaje post-competición es muy habitual la búsqueda de zonas de dolor con la ayuda de los pulgares o añadir presión en los puntos de gatillo y zonas de contractura.
MASAJE DE DESCARGA O DE ENTRENAMIENTO:
Este masaje se realiza como parte de la rutina de entrenamiento de los deportistas. Es conveniente realizarlo aproximadamente una vez por semana, dura aproximadamente unos 45 minutos y su objetivo es prevenir lesiones, mantener la elasticidad muscular y preparar la musculatura para el entrenamiento físico así como localizar posibles microtraumas. Se trata de un masaje profundo e intenso que acostumbra a combinarse con estiramientos musculares.
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Fuente: https://www.oxdsport.com/